Parmigiana di melanzane ( berenjenas con tomate y queso parmesano)
1.400 ml
tomates exprimidos ( para la salsa de tomate)
aceite de oliva
1 cebolla
2 dientes de ajo
sal gorda
albahaca fresca
1,5 kg de berenjenas
sal fina
300 gramos de mozzarella
150 gr de queso parmesano
( 1 hora aproximadamente)
Lavar y cortar en rodajas la berenjenas, de aproximadamente 1 cm de espesor, cortándolas verticalmente. Ponerlas en un colador, lo suficientemente grande para contenerlas todas, organizarlas en capas y espolvorear con sal gorda cada
capa.
Dejamos reposar las berenjenas durante al menos 1 hora, de modo que puedan expulsar una buena parte del líquido amargo que las caracteriza.
Después de este tiempo, retirar del recipiente, y enjuagarlas bajo el chorro de agua. Secarlas.
A continuación, preparar una sartén con un poco de aceite y freir las berenjenas hasta que estén dorada ( también pueden dorarse a la plancha) por ambos lados y dejar secar sobre papel de cocina.
Para preparar la parmigiana primero que hay que preparar la salsa de tomate poniendo en una cazuela la cebolla y el ajo, junto con 4 cucharadas de aceite de
oliva. Freír con el aceite de oliva durante unos minutos, luego agregar el tomate exprimido y cocinar a fuego lento hasta que la salsa de tomate sea más
densa. Añadir las hojas de albahaca y la sal con los dedos, luego se apaga el fuego.
Preparar una fuente para horno con aceite, verter en el fondo con un poco de salsa de tomate y poner una primera capa de berenjena colocándolas una al lado de la otra sin sobreponerlas.
Verter un poco de salsa de tomate, y poner algunas lonchas de queso mozzarella, luego rallar algunas láminas de queso Parmigiano Reggiano.
Ahora preparar la segunda capa, colocando de las berenjenas en la dirección opuesta a la anterior. Es decir, si al principio se han dispuesto verticalmente, ahora organizarlas de forma horizontal y continuar cubriéndolas con la salsa de tomate, y luego queso mozzarella con algunas láminas de queso parmesano.
Recordad que la última capa debe ser sólo de tomate y el queso parmesano.
Colocar la fuente en el horno a 200 grados durante 40 minutos hasta que la salsa de tomate presente la característica “crosta” dorada.
Podéis servir el plato caliente, justo cuando acaba de salir del horno, o temperatura ambiente … la parmigiana es buena de todos modos, incluso fría!
Deja una respuesta